La LNT® es una terapia de sanación energética, espiritual y cuántica que actúa sobre el origen de nuestras dolencias.

Su objetivo es equilibrar y descongestionar el cuerpo energético, lo que aporta beneficios tanto a nivel emocional como físico.

Entre sus aplicaciones se encuentran el alivio de migrañas, contracturas, dolores articulares, insomnio, estrés, ansiedad, infertilidad y enfermedades autoinmunes, entre otras.

Aunque se trabaja a partir de un objetivo concreto que trae el paciente, la sanación es holística y abarca el cuerpo físico, energético y espiritual.

Durante la sesión, la persona puede experimentar movimientos o liberaciones, tanto internas como externas.

Durante la sesión, la persona puede experimentar movimientos o liberaciones, tanto internas como externas.

Las liberaciones internas pueden manifestarse como cosquilleo, frío, calor, presión, diversas sensaciones internas, o la aparición y liberación de emociones.

Una parte de la sesión se realiza sentado/a y otra de pie, siempre con los ojos cerrados. El o la paciente se moverá si así lo siente y el terapeuta le acompañará en el movimiento.

La LNT es tratemiento integral que actúa sobre nuestros cuerpos físicos y energéticos.  El tiempo que dura este tratamiento dependerá de la persona, de la dolencia y de la profundidad de sus traumas.

Ya son más de 30.000 pacientes los que han probado la terapia y su eficacia.

La duración del tratamiento es difícil de predecir, ya que muchas dolencias tienen raíces más profundas que requieren tiempo y constancia para sanar. Cada persona es diferente, y el proceso de sanación puede variar según las necesidades individuales.

En los tratamientos presenciales, es importante dejar pasar al menos 10 días entre cada sesión para permitir que lo liberado se integre tanto física como emocionalmente. Esta pausa es fundamental para que el trabajo realizado tenga un efecto profundo y duradero.

La LNT® actúa de manera complementaria a la medicina tradicional y en ningún caso sustituye un tratamiento médico. Solo hay dos situaciones en las que no tratamos a un paciente: cuando está recibiendo radioterapia o cuando está embarazada de menos de tres meses.

En el contexto de una intervención quirúrgica, por ejemplo, ofrecemos apoyo con una sesión previa y otras posteriores, con el objetivo de acelerar la cicatrización y la recuperación del paciente.

Las congestiones y desequilibrios en nuestro cuerpo suelen originarse a partir de los traumas, tanto grandes como pequeños, que hemos experimentado a lo largo de nuestra vida. Estos traumas pueden ser de naturaleza física y/o emocional.

Es crucial destacar que muchos de estos traumas, de los cuales ni siquiera somos conscientes, siguen presentes, afectando nuestro cuerpo energético o emocional de manera sutil pero significativa.